sábado, 26 de noviembre de 2011

Licencia para matar

Como sabes, el mes de noviembre me lo he tirado de reciclaje en materia de derecho concursal, consecuencia de la reforma publicada en octubre de 2011.

El miércoles y el jueves me lo he pasado en el hotel Molina Lario, en Málaga (España), en unas jornadas sobre la referida reforma concursal, organizadas por el Colegio de Titulados Mercantiles de Málaga.

D. Enrique Sanjuan Muñoz, Magistrado en excedencia y director del área de concursal de Martínez Echevarría y Ferrero, disertó sobre las modificaciones anexas y terminación del concurso en la reforma.

La siguiente ponencia versó sobre el convenio, liquidación y régimen transitorio en la reforma concursal, impartida por D. Andrés Sánchez Magro, magistrado-Juez Titular del Juzgado de lo Mercantil nº 2 de Madrid.

D. Antonio Fuentes Bujalance, Magistrado Juez del Juzgado de lo Mercantil nº 1 de Málaga y director de las jornadas, comentó sobre el reconocimiento y clasificación de los créditos, con especial referencia al crédito público.

También, participó D. Fernando Caballero García, Magistrado-Juez del Juzgado de lo Mercantil nº 1 de Córdoba, que trabajó los institutos preconcursales y refinanciación.

Sobre la administración concursal en la reforma: estatuto y facultades, trató la ponencia de D. Eduardo Gómez López, Magistrado-Juez Titular del Juzgado de lo Mercantil nº 1 de Sevilla.

Finalizó la formación la Magistrada-Juez Titular del Juzgado de lo Mercantil nº 2 de Málaga, Dña. Rocío Marina Coll, que expuso sobre las modificaciones procesales en la reforma concursal.

En estos días de conocimiento jurídico, me reafirmo en lo comentado hace unas semanas, con motivo de otra experiencia formativa sobre la misma materia: se ahoga al espíritu de la ley hoy reformada, salvaguardar y garantizar la salvación de la empresa, en beneficio de la administración pública y las entidades financieras.

Y termino con una frase de uno de los ponentes, atribuida hipotéticamente a la administración pública, en relación al blindaje de sus créditos por parte del legislador: “Por mi crédito público, yo mato”. Si puedes, recarga pilas en este fin de semana.